Ley de Herodes –
Jorge Ibargüengoitia
Este
libro me dejo un grato sabor de boca. Nunca antes había leído algún libro de
este autor, sin embargo, he oído de ese humor negro con el que suele escribir,
y efectivamente en los pequeños cuentos que mi compañero leyó lo pude
comprobar. Me parece que su narrativa es sumamente natural, es decir, cuenta
las cosas así como suceden en la vida real, y en ese sentido creo que es fácil
identificarse. Considero que de cierta manera cada cuento habla un poco del
autor, de vivencias personales o de personas muy cercanas. No sé como decirlo,
pero me gustó, y me gustaría leer el libro completo.
Deshoras – Julio Cortázar
Una
historia que me pareció buena sin ser exquisita. El romance fallido entre dos
personas que no pueden estar juntas, no porque sea prohibido sino por toda la
historia detrás, me gustó más no me encantó. No sentí una conexión total con la
historia, más no digo que sea mala, incluso creo que leerla por mi propia
cuenta le agregaría puntos extra. Después de todo enamorarse de la hermana de
tu amigo puede ser incluso cotidiano, sin embargo, enamorarse de la hermana de
tu amigo a la cual consideras una hermana, le agrega un toque de morbo, un
toque de adrenalina.
El corazón
delator – Edgar Allan Poe
Una
buena historia, con algo de suspenso, o por lo menos así la sentí yo. Escuchar
latir el corazón de aquel anciano que había muerto en manos de un enfermo
hombre, es una idea que al imaginarla me causa escalofríos. Creo que sin duda,
esta historia, nace del sentimiento de remordimiento que te da, cada vez que
actúas de mala manera y al matar a alguien, no puedo siquiera imaginarme la
magnitud de tal remordimiento. En la vida real,
y por obvias razones, es imposible que el corazón de una persona sin
vida siga latiendo, sin embargo, es la culpa, el miedo, la incertidumbre, lo
que llevó al loco hombre a terminar delatando lo que él mismo hizo.
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