jueves, 8 de marzo de 2012

Lecturas 8, 9 y 10

Lectura 8
Donde habitan los ángeles – Claudia Celis

Fue una lectura muy sencilla que sin embargo me pareció muy divertida. Para lo que buscamos hacer en la dinámica de clase, considero que lecturas como ésta de fácil comprensión son las más adecuadas. Toda esta historia escrita en un lenguaje coloquial, no sólo mantiene la atención de los que escuchamos, sino que nos deja las ganas de continuar conociendo la historia. Mi parte favorita, fue donde el niño Panchito al querer comerse rápido la concha que su tío le había dado, casi se ahoga.

Lectura 9

Crónicas Marcianas – Ray Bradbury

Esta lectura, fue para mí personalmente, más difícil de entender. De repente pienso que son precisamente lecturas como éstas, las que ponen a trabajar más  la mente y la imaginación de las personas. Una historia que tiene como protagonistas a seres de otro planeta, los cuales no conocemos o mejor dicho no tenemos presentes del todo,  representa un reto. Si bien es cierto que yo tengo el mal hábito de hacer a un lado lo que se me dificulta, pienso que intentar prestar más atención así como investigar lo que no entiendo de manera inmediata, es uno de objetivos de la dinámica que hacemos en clase. Mi parte favorita del fragmento leído por mi compañero, fue donde la señora k le cuenta a su esposo que soñó que el humano la besaba.

Lectura 10

Catarro a la pimienta  y otras historias de Franz – Christine Nöstlinger

Otra historia muy sencilla, pero que captó mi total atención. Obviamente se trata de un pequeño libro escrito para niños, pero que sin duda es muy entretenido.  Durante la dinámica, he podido darme cuenta de que las lecturas sencillas son las que más disfruto, y aunque en un momento pensé que esto se debía a un bajo nivel de comprensión, hoy puedo decir que no, más bien es porque pienso que después de un largo día de estudios, es mejor relajar la mente con lecturas sencillas, que estresarla innecesariamente con textos complicados… bueno eso pienso yo.

Mi parte favorita de este libro, es cuando a pesar de saber que es alérgico a las fresas, Franz decide disfrutar de todos esos alimentos que la contenían, pues si ya había soportado otras veces las consecuencias de su alergia, una más no sería problema.


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